sábado, febrero 12, 2011

El día después


Celebramos con júbilo las revueltas en el mundo árabe en pos de su libertad y de su democracia mientras, impasibles, asistimos a la degradación acelerada de las nuestras.

¿Cuántos europeos/as conocen la lengua árabe?

Una vez más, como con la caída del Muro, con el 11S, con la crisis económica, como sucedió con tantos y tantos acontecimientos de alcance histórico, nadie lo vio venir. Todas nuestras decisiones están condicionadas por el futuro, se diseñan en función de previsiones -la tiranía de los analistas-adivinos-, cuando en realidad nadie tienen la menor idea de lo que sucederá mañana.

Llegada la hora de los interrogantes pienso en el devenir de Egipto y la palabra -de marcada raíz árabe- que me viene en mente es: ojalá, ojalá, ojalá.

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