domingo, septiembre 08, 2013

Cierto regusto a Eurovisión

El fiasco olímpico confirma que la aspiración del gobierno es tratar de modelar el futuro como una versión desmejorada de la misma experiencia que nos ha traído hasta aquí. No hay un plan B.

Lo que hace veinte años tuvo sentido, una especie de celebración en reconocimiento por la incrustación de España en las estructuras occidentales, hoy se revela un esfuerzo torpe, a destiempo, estéril, propio de un niño obstinado, empeñado en que le den otro caramelo.

La Marca España cotiza a la baja en el contexto internacional. Por allí fuera España está en rebajas aunque aquí dentro no se note en los precios, solo en los salarios. Es como si ahora mismo –agotada también tras tanto aspaviento a cuenta de Gibraltar- precisara una transfusión de sangre cocinada por Eufemiano Fuentes.

Constatamos que la solución a nuestros problemas no vendrá de fuera como si nuestra suerte dependiera de un décimo de lotería. Mister Marshall se llevó la antorcha a Tokyo. La esperanza especulativa se tendrá que lamer las heridas con el “gordo” –aún por materializarse- de Eurovegas y, cómo no, la Liga.

España se empieza a asemejar a uno de esos tipos que merodean por los garitos de apuestas deportivas, cuya gabardina ha rozado todas las esquinas de Atlantic City, un personaje de novela negra de poco fiar cuyo porvenir depende de las apuestas.

En cuanto a la delegación, más allá de su actuación, llama la atención que ninguno de los dos máximos representantes de la Comunidad de Madrid hayan resultado elegidos como cabeza de lista en unas elecciones. Cosas de la democracia representativa, cabe suponer.

Se ha hablado de lo bien preparado que demostró estar el Príncipe -tampoco elegido, por cierto- pero uno se pregunta, ¿por dónde andaba el rey?

5 comentarios:

Blue dijo...

Muy bueno, Gatopando.

¿Qué rey, el de copas?

Un saludo.

loroflauta dijo...

Esa pregunta sobre el rey (Juan Carlos I , supongo) la hiciste ayer a Gutiérrez Rubi, pero no obtuviste respuesta. Y es que el rey ya no " anda " por ningún sitio. El rey se mueve ,malamente, ayudado de muletas.
Todos coinciden en que el príncipe fue el mejor en la representación de España y no lo dudo. Sobre todo porque ante tanta garrulada sonrojante, hasta un mediocre despistado chapurreando idiomas hubiera quedado mejor.
Menos mal que Madrid no lo consiguió. Al menos el mal trago ha sido corto. Fin de la cita.

Il Gatopando dijo...

jo, loroflauta, estás a la que salta.

gracias por contribuir a llenar el silencio.

Octavio dijo...

Muy de acuerdo con la comparación con Eurovisión.
Lo cierto es que es casi lo mismo: las votaciones poco tienen que ver con el asunto en sí mismo.

Creo que es mejor pasar página rápidamente antes de que aparezca el "chiquilicuatre" de turno.

Saludos cordiales.

P.D. ¿Ha salido ya tu libro ?

Il Gatopando dijo...

Sí, Octavio, toca pasar página. Del fiasco olímpico pero también del libro a medida que se avanza en su lectura (en efecto, ya está disponible en las librerías, teniendo eso sí en cuenta que lo ha publicado una pequeña editorial independiente por lo que será difícil encontrarlo en las mesas en las que se exhiben las novedades; digamos que es un libro para iniciados, si de verdad lo deseas lo encontrarás).

Un cordial saludo.