Además de ser un efectivo vehículo de entretenimiento por la
vía del thriller con elementos de terror psicológico, la película Nightcrawler –el
título no ha sido traducido al castellano pero literalmente vendría a
significar: el que se arrastra/repta por la noche*-, debut como director de Dan
Gilroy, despierta inquietantes interrogantes acerca de la vida en la sociedad
actual, en la que la falta de oportunidades profesionales y la desesperación
por salir adelante conforman un cóctel de alto voltaje de cada vez más difícil
digestión para quienes aspiran a encontrar su lugar en ella. No en vano la
película se abre con la entrega figurada de un currículum por parte de su
protagonista, Louis Bloom, interpretado por Jake Gyllenhaal, un joven ladrón de
poca monta que tras ser rechazado por el propietario de una chatarrería
encuentra su oportunidad profesional grabando para una sensacionalista cadena
de televisión sucesos ocurridos durante la noche en la ciudad de Los
Ángeles.
Así, Nightcrawler constituye una exitosa, en apariencia,
película de superación personal –Louis proporciona a la cadena de televisión un
material cada vez más arriesgado y valioso a la vez que se gana la
consideración de sus figuras y ve rápidamente crecer su carrera y sus emolumentos-
si bien por las razones equivocadas: la absoluta falta de empatía del
protagonista hacia sus semejantes, empezando por su propio colaborador, un
necesitado joven de color que le hace de copiloto por las calles de la ciudad a
fin de llegar cuanto antes a los escenarios donde ha saltado la noticia, además
de las víctimas de los accidentes o los colegas-rivales con los que se disputa
ser el primero en grabar las imágenes.
Más allá de la sordidez de una actividad alimentada sin el
menor escrúpulo por las cadenas de televisión, lo que distingue a Nightcrawler
de otras películas de denuncia es el perfil psicológico del que hace gala su
protagonista. Un psicópata y consumado manipulador armado con una férrea determinación
cuya visión ha sido enteramente construida a partir de manuales para el éxito
profesional consultados en internet, cuya misión vital viene a suplir las
carencias emocionales que le han abocado a la soledad en la gran ciudad...
Si lo deseas, puedes leer la reseña completa en el último número de la revista digital agitadoras